EN LA ESTACIÓN DEL TREN – Julio González Alonso

ESCÚCHALO RECITADO…

 

 

 

 


 

LÉELO…

 

Diez minutos sobran a mis propósitos:
repasar los últimos recuerdos arropados de bondad,
dejar volar la mirada
hasta la frágil línea del horizonte,
hacer las maletas con las cosas necesarias.

 

No hay demasiados recuerdos compasivos; tal vez
baste el gesto agradecido del emigrante negro
frente a un desayuno. El horizonte se ha borrado
entre nubes agrisadas de diciembre
y no encuentro nada imprescindible
que descolgar del armario
para el viaje que llegará a su tiempo
y espero en el andén solitario de los años.

 

No creo poder encontrar la frase adecuada;
además, ¿a quién le importaría? Ni siquiera
siento la premura de un gesto; a mi alrededor
el aire de la noche envuelve las horas del reloj
de una estación solitaria, los raíles
de acero, la materia del frío,
la mortecina luz de una lámpara,
el eco de la vida
con la solapa del abrigo alzada
y las manos metidas en los bolsillos.

 

JULIO GONZÁLEZ ALONSO
(España)

 

Visita su cuaderno de poesía:

4 comentarios en “EN LA ESTACIÓN DEL TREN – Julio González Alonso

  1. Muchas gracias, Javier. La lectura es impecable; no solamente dispones de una voz grave y cálida, sino que sabes dar los matices de cada frase, ahondar en lo relevante y hacer hablar los silencios. Me ha gustado mucho el ritmo imprimido a la lectura, con la levedad de las pausas versales y la manera de hacer los encabalgamientos. Además, la música tan acertadamente escogida con ese insistente golpear del tiempo en las teclas del piano hacen de tu trabajo una pequeña y maravillosa obra en la que mis palabras -que ya no lo son, sino de quien lee y escucha- suenan muy bien con su mensaje a cuestas.
    Otra vez gracias. Me permitiré -si no me dices nada en contra- enlazar tu trabajo en Facebook y tu cuaderno en el mio de Lucernarios. Un abrazo. Salud.

    Le gusta a 1 persona

    1. Encantadísimos porque hayamos podido recitarlo, porque te haya gustado tanto y porque desees compartir nuestra labor incondicional.
      ¡Claro que sí! Para eso lo hacemos, para que cuando sale de mi boca eso que tampoco a mí me pertenece ya, llegue al alma de quienes lo escuchan. ¡Qué cadena tan magnífica! ¡Compartir, que no competir! ¡Sea así!
      Mil gracias a ti, siempre.

      Y, por cierto, la muerte puede llegar así de dulce:

      Me gusta

    2. Ya hemos visto que has puesto el enlace correspondiente en tu cuaderno. ¿Te importaría cambiar el nombre de Elsa y Javier, que es el nombre de usuario, por el de poeteSSen, que así es como se llama el cuaderno?
      ¡Gracias otra vez por todo!

      Me gusta

Deja un comentario